«En un momento tan delicado para todo el mundo —afirma Marco Nespolo, CEO del Grupo Fedrigoni— hemos querido sumar nuestra contribución a la movilización global, con la esperanza de llevar algo de alivio a la población ucraniana, que ha sido duramente golpeada».
Junto con Médicos Sin Fronteras en Ucrania, el grupo fundador colaborará en la obtención de suministros médicos, personal especializado en heridas de guerra, y en la distribución de sacos de dormir, ropa de abrigo y tiendas de campaña para ayudar a la población que huye a los países vecinos.
Otras acciones a favor de los refugiados tuvieron lugar en las oficinas de Fedrigoni. En Polonia, primer destino de los cientos de miles de personas que consiguieron cruzar la frontera, los empleados locales han tomado medidas para acoger a los ucranianos, movilizándose para recaudar fondos y evaluando, en la medida de lo posible, posibles colocaciones para trabajar. En Italia, sobre todo en Verona, las familias han encontrado hospitalidad en las instalaciones de la compañía.
Afortunadamente, la solidaridad está en todas partes. No tiene fronteras.